Robert Crumb es un famoso dibujante de comics e ilustrador norteamericano, icono underground de los 60, irreverente, original, genial, divertido y al mismo tiempo, un artista que valora los tesoros del pasado: coleccionista de discos de 78 rpm, intérprete de banjo y mandolina… Hay muchos Robert Crumb en R. Crumb. (tal y como firma sus trabajos). Realizamos un recorrido por su figura haciendo especial hincapié en su faceta musical.
Nacido en Filadelfia, Pensilvania en 1943, Robert Crumb fue uno de los fundadores del cómic underground y es quizá la figura más destacada de dicho movimiento al margen de la industria mainstream.
A través de sus viñetas, encontramos un universo personal electrizante, pletórico de personajes estrambóticos, diseños y planteamientos visuales innovadores, personajes freak, mujeres de piernas gruesas y enormes traseros, obsesiones e inquietudes vitales y críticas hacia el american way of life.
Crumb tuvo una educación católica y un padre militar. En octubre de 1962 se trasladó a Cleveland, Ohio, donde encontró trabajo dibujando tarjetas de felicitación para la empresa American Greetings Card Company. En 1965 realizó trabajos para la revista, Help. Alentado por la reacción favorable que encontraron sus dibujos publicados en fanzines underground, en 1967 se mudó a San Francisco, en pleno auge de la psicodelia y el flower power. Allí editó el primer número de su fanzine Zap Comix, a comienzos de 1968. Y con Zap Comix nació el cómic underground.
Utilizando el estilo de las tiras de prensa de comienzos del siglo XX, Crumb abordaba abiertamente el sexo y la crítica política, lo cual resultó enormemente transgresor en aquellos años, ya que el cómic en Estados Unidos había estado tradicionalmente orientado hacia el público juvenil.
En Zap Comix, y otras publicaciones underground como East Village Other u OZ magazine, Crumb creó personajes que se convirtieron en iconos de la contracultura, como Mr. Natural, el Gato Fritz, Flakey Foont, Shuman the Human o Angelfood McSpade.
Crumb era muy popular y recibió encargos para diseñar portadas de discos de rock; como Cheap Thrills (1968), del grupo Big Brother and the Holding Company, cuya cantante era Janis Joplin.
A principios de los años 70, Crumb se instaló en una granja de California donde dibujaba y cultivaba su otra gran afición: la búsqueda compulsiva de discos antiguos de 78 rpm, recopilando una selectiva colección de miles de ellos fruto de su pasión por la música blues, jazz, country old time, etc.:
"Cuando oigo música antigua es de las pocas veces que siento una especie de amor por la humanidad. Es como oír lo mejor que hay en el alma de la gente normal. Es su forma de expresar la conexión con la eternidad o como quieras llamarlo. La música moderna no es así, es una pérdida lamentable que la gente ya no pueda expresarse así. En los años 20 y 30, antes de la explosión de la cultura de masas y los instrumentos eléctricos, florecieron en Estados Unidos y Europa gran número de compañías discográficas que producían toda clase de música en discos de 78 rpm. Había música bailable, blues, "jug bands" (grupos que tocan instrumentos no convencionales como jarras, botellas, etc.), country, folk y jazz. Existía una relación mayor entre músico y oyente en aquellos días, cuando uno aún se sabía las letras de las canciones. Hacia los años 40, los músicos profesionales se habían desembarazado de todos los marginales, así como de gran parte de la imaginación y el ingenio."
En 1975, el Ministerio de Hacienda de los E.E.U.U. amenazó con confiscarle la famosa colección por no pagar impuestos, pero afortunadamente los amigos y fans de Crumb le mandaron -en respuesta a su petición de ayuda- el suficiente dinero para pagar el rescate.
La colección de discos sirvió de musa inspiradora en la creación, en 1972, de una banda de swing, la Keep on Truckin´ Orchestra, posteriormente reconvertida en los Cheap Suit Serenaders, compuesta por el propio Crumb -banjo y vocales- y varios de sus amigos (Bob Armstrong -también dibujante de comics-, Allan Dodge, el realizador Terry Zwigoff, Tom Marion y Bob Brozman) en un variado surtido de instrumentos acústicos, incluido el serrucho.
Fueron los Serenaders músicos caseros que, en calidad de amateurs, hacían sesiones en directo en famoso clubs como The Village Gate de Nueva York y The Other Cafe en San Francisco, con un sonido campestre años 20 y 30 de raíces sureñas y múltiples influencias aderezado con letras cachondas rayando en lo absurdo.
Esta pasión por el early jazz, el blues del Mississippi y el old time le llevó a unir su pasión por la música con su genialidad para el dibujo y compuso a principios de esta década una serie de 120 dibujos con 40 de los mejores arttistas de cada uno, jazz, blues y country old time.
El resultado es simplemente fantástico componiendo un impresionante collage en color del top 40 de cada género en la época favorito de Crumb, finales de los años 20 y principios de los 30. Los artistas de jazz están dibujados con una técnica más pictórica, fondos difuminados, texturas pastel.
Por el contrario los artistas de blues y country están dibujados con plumilla y tinta china al estilo comic, con vivos colores que contrastan con los tonos apagados de las viejas fotografías en blanco y negro que todos conocemos.
Estas obras crean un conjunto colorista que, en el caso del country, expresa la viveza, el ardor, la pasión, la creatividad, la libertad y la pureza de unos artistas que cuando apenas existía una industria musical sobrevivían con su talento, extrayendo de las raíces angloceltas, las esencias de siglos de baladas traidas por los emigrantes desde el viejo continente, y retomándolas para desarrollar un género propio, diferente e innovador como la música country.
En heduardo.blogspot.com podemos encontrar la colección completa de dibujos de la edición country titulada "Pioneers of Country Music", que se pueden comprar en formato de postales en DennisKitchen.com. O mejor aún, se pueden comprar el libro entero con los dibujos de los artistas de los tres géneros en la propia web de Robert Crumb, una edición que incluye un CD musical por 20 dólares.
Los artistas country incluyen auténticas leyendas como Jimmie Rodgers, la Carter Family, Eck Robertson & Family, Uncle Dave Macon, Gid Tanner & His Skillet Lickers, Fiddlin´ John Carson, Wilmer Watts, Charlie Poole and His North Carolina Ramblers, etc, etc.
La verdad es que Robert Crumb, como no podía ser menos, se ha tomado algunas libertades como en el caso de la Carter Family , ya que Maybelle Carter no sale con gafas en ninguna foto y la chica que retrata Crumb ni siquiera se parece a Mother Maybelle, la pregunta es ¿quién será esa enigmática dama?
Desde mediados de los años 1990 Robert Crumb vive con su familia en el sur de Francia (Languedoc-Roussillon), donde toca ocasionalmente la mandolina y otros instrumentos de cuerda en el grupo Les Primitifs du Futur, para los que diseña carteles, portadas de discos, etc.
La mayor parte de este mes de noviembre Robert estará de gira promocionando su última obra sobre el Génesis Bíblico. La gira incluye Paris, Nueva York, Richmond (Virginia), Los Ángeles ,San Francisco y Texas. Entre medias Robert Crumb aprovecha para ejercitar su pasión favorita, el old time, en compañía de la East River String Band, formada por Eden Brower & John Heneghan. Para este concierto en The Stephen Talkhouse de Long Island, del que incluimos una muestra, tuvieron la compañía, además de Robert Crumb, de Dom Flemons (Carolina Chocolate Drops) y Joe Lauro (Lone Sharks).
Fuentes:
Wikipedia
http://webalrobertcrumb.iespana.es/biografia.htm
http://enciclopedia.us.es/index.php/Robert_Crumb
Papel en Blanco
http://www.crumbproducts.com/
Tengo un par de CDs de Robert Crumb y me encanta, es realmente auténtico. Y no lo veo tanto old-time como pre-jazz, pre-blues, pre-todo!! Te transporta al inicio del siglo XX. Gran artículo, Andoni!
Gracias Lluis.
Obviamente las etiquetas con respecto a la música de esa época son nada más que etiquetas porque todo se funde y se mezcla, el blues, el country, el folk, la canción popular... ahí está la gracia y el encanto de esta época cuando, como dice Crumb, los músicos y el público tenía una mayor relación y la música se medía por imaginación y originalidad, no por números uno, ventas, descargas o ratings. Saludos!